
Sé que nunca olvidarás mi acaudalado sentimiento
ni podrás desatender a su inumbencia cuculí
o soslayar el eminente pundonor de amor abierto,
como fruta anaranjada, que he partido frente a ti.
En poquito tiempo más habré de serte como espuma,
y extendido mi presencia cotidiana y litoral
en perfecta confusión, vocación del exterminio,
pues mi nombre de la tumba no podrás borrar jamás.
Yo formé de un modo cierto parte entera de la luz
que dediqué violentamente a tu ejercicio:
consistía cada día en conocer, amar y ver
que fuera nuestra la herramienta de ese oficio.
No me verás, porque seré tus ojos.
No me querrás, pero sabrás que soy la buena voluntad
con que sonríes sin razón de pronto
en un murmullo de deseo hacia mi estrella fugaz.
ni podrás desatender a su inumbencia cuculí
o soslayar el eminente pundonor de amor abierto,
como fruta anaranjada, que he partido frente a ti.
En poquito tiempo más habré de serte como espuma,
y extendido mi presencia cotidiana y litoral
en perfecta confusión, vocación del exterminio,
pues mi nombre de la tumba no podrás borrar jamás.
Yo formé de un modo cierto parte entera de la luz
que dediqué violentamente a tu ejercicio:
consistía cada día en conocer, amar y ver
que fuera nuestra la herramienta de ese oficio.
No me verás, porque seré tus ojos.
No me querrás, pero sabrás que soy la buena voluntad
con que sonríes sin razón de pronto
en un murmullo de deseo hacia mi estrella fugaz.
1 comentario:
"Que un viejo amor
no se olvida ni se deja
que un viejo amor
de nuestra alma si se aleja
pero nunca dice adios
un viejo amor..."
(Alfonso Esparza Oteo, Mexico)
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