
¿Pretendes acaso que siegue mi brote,
que vaya a un convento, que vuele en pedazos,
me cubra la tierra en el arco violento
del negro parnaso en que todo murió?
Yo digo no. Yo sigo vivo.
Y me asemejo al niñotauro prohibido,
al príncipe asesino sempiterno encantador,
al que quiere libremente y con sentido,
al abejorro de la próxima flor.
Me he marchado para siempre tantas veces
y he jurado ilusamente no volver jamás,
y hasta he vuelto arrepentido, pero no lo mereces:
por lo menos por ahora seré el último adiós.
1 comentario:
Es un dibujo supergracioso. Me ha encantado.
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