
Me pregunto qué será de la pequeña,
de la grata que en silencio no me abandonó,
que conoce lo que quiero con apenas una seña
y que siente cada tarde lo mismo que yo.
Que era vástago de un cínico parco y sombrío
y me ha dicho que mi vértigo es un traje de amor.
Que era sombra de la oscura preclusión de los deberes
y ella sólo con un ángel de valor me liberó.
Yo debiere dedicarle totalmente mis frutales,
vincularme íntimamente a su sentido del candor
y ser cura de las pestes que de pronto me subyugan,
por dejar que su costumbre me enarbole tricolor.
Es por eso que le canto desde labios persistentes
y me animo como suelo yo animarme el día mejor,
a asistir a la grandiosa ceremonia que precede
al tritón de sus gorriones que es la llave del sol.
de la grata que en silencio no me abandonó,
que conoce lo que quiero con apenas una seña
y que siente cada tarde lo mismo que yo.
Que era vástago de un cínico parco y sombrío
y me ha dicho que mi vértigo es un traje de amor.
Que era sombra de la oscura preclusión de los deberes
y ella sólo con un ángel de valor me liberó.
Yo debiere dedicarle totalmente mis frutales,
vincularme íntimamente a su sentido del candor
y ser cura de las pestes que de pronto me subyugan,
por dejar que su costumbre me enarbole tricolor.
Es por eso que le canto desde labios persistentes
y me animo como suelo yo animarme el día mejor,
a asistir a la grandiosa ceremonia que precede
al tritón de sus gorriones que es la llave del sol.
1 comentario:
cuando hay cosas que de verdad quedan, no hay mal suficiente para borrarlo... en su defecto, bien suficiente, no?
Me gusta... me evoca otros tiempos, cuando la vida era linda, cuando la palabra "feliz" no me sacaba una risita irónica... cuando no necesitaba una margarita para saber si alguien me queria...
Besos chiko... besos por montones!
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