19 de febrero de 2009

CDXCVI.- Suficiente


A mi modo, pero en algo se compensa,
incubándose en la entraña primordial
de mi noble testarudo, una defensa
que me aleja de su espejo radical.

¡Que la culpa la corroa! ¡Que me evite!
¡Que presuma de su indigna rara esbelta peculiar,
la promesa que promiscua propalándose permite
que se aparte de mi huella! Pero todo da igual.

Mi impaciencia, mi violencia, mi tontera,
mi carácter, mi calor de carroñera ebullición
morirán cuando mi amor se muera:
por ahora mantendré mi artificial respiración.

1 comentario:

Peperina Rock dijo...

"...MORIRÁ CUANDO MI AMOR SE MUERA..."
no me gusta eso... pero suena lindo ;)

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