4 de septiembre de 2008

CDXIX.- No hay drama


La calma silenciosa del nivel del mar.
El ánimo orgulloso en que las olas se disipan.
Bastones arrojados a la orilla de las playas.
Alcántaras atados al encanto y la labranza.

El límite descalzo para el hombre de la calle.
La trilla bulliciosa que persiguen tantos niños.
La mugre descuidadamente toda amontonada.
Perfumes olvidados en la cruz de las parroquias.

La santa hermana infértil que cobija a los demonios.
El hijo gordo idiota que no escucha ni conversa.
Los viejos consumiendo cada vela lentamente
y todos los veranos que nos quedan por vivir.

2 comentarios:

Tabita dijo...

Aquí siempre es verano :D

Anónimo dijo...

El verano lo tienes en los ojos, sólo debes mirarlo

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