28 de julio de 2025

MCCCX.- Olvido Plinto


 
Ese que tiene quieta en la cabeza 
una paloma callada, ya no existe. 
A nadie realmente le interesa.
Pasaste frente a él y no lo viste.

Una mujer lo amó y no la conoces.
No sabes si cantaba o si bailó,
ni viviste el gentío que oyó, de voces,
ni el silencio de su tumba en el panteón.

Soy monumento de incierto futuro.
El bronce no guarda mi inmortalidad,
porque ni de eso estoy muy seguro.
Mi muerte murió con la edad.

La misma paloma todos los días,
y en las mañanas el mismo malabarista,
los viejos, las hojas, no es lo que quería,
ni a la misma vieja vendiendo revistas.

22 de julio de 2025

MCCCIX.- Rubén Conmigo


 

Viejo proscrito, 
que pende de una viga,
sin vínculo alguno 
con la realidad,
intenta nuevamente 
caer en el abismo:
no importa lo que digan
sus hijos, ya no están.

Papito prohibido,
que nunca más volvió,
quién sabe si lo quiso
o no los pudo ver,
después de la insulina,
a nadie le acongoja,
y no pidió permiso,
ni tuvo una mujer.

Escúchame pequeña,
un día lo sabrás,
que no será mi boca,
yo habré quedado atrás,
y sin embargo vine
de noche hasta tu casa
amando tu sonrisa,
no estaba la mamá.

No creas lo que dicen.
Te juro: no es verdad.
Tu vida era la nuestra,
la tuya de los dos,
pero iba a separarnos
la pura humillación 
de ser como una sombra,
recuerda que fui yo.

10 de julio de 2025

MCCCVIII.- Aymaravena

 

 

Esta noche te recuerdo, Nono:
funeral, arrepentido, ferviente,
generoso, fumador, inteligente, 
picando la cebolla en el trono.

Nadie sabe cuánto te he extrañado,
porque siempre te llamaba ansioso, 
por sacar al alma mía de ese pozo.
¡Nadie sabe cuánto te he soñado! 

En mis sueños no hablas ni miras:
te vas distante al sitio de los sueños,
llevando extraños regalos navideños
hacia ese plinto engalanado de espiras.

Yo no sé si obligaste a mi destino
a terminar fumando todo lo que vivo
en el candor de tu clamor definitivo,
o a navegar en una copa de vino.

Imitaba tu firma, tu voz y tu risa,
y ahora no sé lo que debo imitar,
porque ya nadie ocupa tu lugar,
ni he sentido el olor de tu camisa.

¡Ay, Señor, cómo te echo de menos!
Debo vivir la abundancia de la nada,
imaginando la prisión de tu mirada: 
sigo envidiando a los padres ajenos.

Hay tantos padres vivos en el mundo 
que no han sabido acompañar a sus hijos.
Hay tantos cuellos y tantos crucifijos
y tanto amor que todavía es vagabundo.

Yo pongo todos los acentos diacríticos, 
respeto todos los pronombres y las comas,
porque era tuyo mi apellido en tu diploma,
como nos manda el evangelio y el levítico.

Yo mordería los rocotos de tu boca.
¡Y besaría aquella mancha en tu colchón!
Pero tu celda ha sido ahora mi prisión.
Ahora la muerte sé la vida que me toca.

6 de julio de 2025

MCCCVII.- Acapara Digmalión


 

Nunca cuando dices 
llueve, lloverá:
un segundo antes,
una noche más.

Mima al terapeuta,
nada que ignorar.
Húndase y naufraga:
no sabe amar al mar.

Mi melancolía:
sal medicamento.
No hay posología 
que calme mi dolor.

Mera fantasía,
metodo metal,
mal superchería.
Inhóspito hospital.

La más sabactanía,
cálculo renal.
Salva sectomía.
Dios me abandonó.

Cura Tato. Curandero 
¡Mentiroso, Mentiréis!
Putaendo, traicionero.
Galileo Galilei.

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