Todo es extranjero, socio.
Nadie es quieta planta ni cerro.
Todo es forastero y visitante.
Somos gitanos y viajeros.
No hay que ser tan provinciano,
chovinista y cenicero:
que no somos muertos en la tierra
sino vivos y mundanos.
Pues son distintas las gatas,
aunque parezcan hermanas:
como hay sopaipillas keniatas
y balalaicas jaguayanas.
Las fronteras son de papel
si se derriten los hielos,
y de aquí no se alcanzan a ver
si las miras desde el cielo.
Salude a los pasajeros,
que no queda más que un vuelo
y no haga tanto puchero,
que este mundo es un pañuelo.
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