26 de mayo de 2022
MCLXII.- Cariñocente
No se olvide del Papá,
que las noches son eternas
y mis piernas aún están
entumidas y enfermas.
Correrían hacia ti,
si pudieran ir a verte,
pero soy un cuculí
y no he tenido la suerte.
Me dedico día y noche,
con ajena vocación
a llenar sin más derroche
mi alcancía y tu perdón.
Pero vivo en una cana
esperando que el sabbad
llegue pronto a la ventana
de mi celda oscuridad.
No se olvide del Papá
que me lloran los sueños,
en que ya no somos dueños
de los niños nunca más.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario