Porque a mí me gusta todo
lo que tiene que ver contigo,
para soñarte denuevo,
para reírme después,
yo prefiero tu soledad.
Esa muchachita inquieta
que se arrolla a tus pies
y amanace dentro de ti;
la ductil seña fértil
que te arropa al sonreír,
todo cuanto duermes,
aquello donde sueñas,
el viento que te empuja,
las aguas que se arrastran
hinchando tus pezones;
la caracola callada,
amurallada y rodeada
con bastidores de fuego,
y me gusta la mirada
profunda y el vaivén
que sigue al caminar
tu pulso de acuarela.
Y atar en una cúpula
blanca dos campanas
y un péndulo ya viejo,
vestigios del tiempo muerto,
el arco romántico y desnudo
que nutre y cubre de silencio
al asteroide ígneo y polar
donde cada tarde habitas,
la larga ducha hirviendo
que es el mar de tus talones
y tus axilas cuando llueve la luna,
tu boca mina callada,
y el cielo con aceitunas.
Las lágrimas, la dicha,
el dolor en que has parido,
el círculo que nace
en la esperanza que abrigo,
porque sé que aún te soy
y todavía te sigo,
porque a mí me gusta todo
lo que tiene que ver contigo.
27 de marzo de 2022
MXCIV.- Inolvido Latría
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