30 de abril de 2016

DCCLXXX.- Destino era el nombre del perro





Dentro de ese container, 
el mismo trabajador encuentra 
por fin al perro que lleva 
en su hocico el craneo reseco 
de un recién nacido 
en cuya boca había un huevo 
de tortuga relleno con queso fundido. 

La fotografía muestra al perro 
en una jaula de circo, 
dando vueltas sin detenerse 
alrededor de nueve sacos blancos 
de harina de pescado, 
apilados uno sobre otro 
por miserables soldados desconocidos. 

Nadie supo entonces cómo 
se llamaba la madre del niño muerto. 
Todas las tortugas del puerto 
vararon esa noche en la Isla Serrano. 

Presumo que ese era el aroma del olvido.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop