
Es capaz de perdonar a medio mundo,
pero nunca pedirá perdón.
Que el misterio de la luna carolina caminar
paulatina cariñosamente dulce le escabulle.
Y no podrá recuperarlo esta vez,
porque el ogro de la cruz sólo una vez lo da,
y lo que sobra se lo queda en el morral
o lo esparce en la pradera de su vientre en libertad,
lo distribuye.
No lo conserva, ni lo quita,
que sin más lo destituye, y yo.
Soy el que brota caminando
lo que dicen los ciclones,
almalumorada que no sabe soñar:
de pronto una retina que fijandose en mí,
amó lo que yo amaba y me dejé llevar, feliz.
Soy tan feliz,
tan de mi lado,
tan ignorantemente lúdico y voraz.
No tengo tiempo.
No quiero estar
por otra vida larga vida sin amar,
ni voy muriendo.
pero nunca pedirá perdón.
Que el misterio de la luna carolina caminar
paulatina cariñosamente dulce le escabulle.
Y no podrá recuperarlo esta vez,
porque el ogro de la cruz sólo una vez lo da,
y lo que sobra se lo queda en el morral
o lo esparce en la pradera de su vientre en libertad,
lo distribuye.
No lo conserva, ni lo quita,
que sin más lo destituye, y yo.
Soy el que brota caminando
lo que dicen los ciclones,
almalumorada que no sabe soñar:
de pronto una retina que fijandose en mí,
amó lo que yo amaba y me dejé llevar, feliz.
Soy tan feliz,
tan de mi lado,
tan ignorantemente lúdico y voraz.
No tengo tiempo.
No quiero estar
por otra vida larga vida sin amar,
ni voy muriendo.
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