Esa fábula me impulsa hacia otro fuego
cual imán alimentando una viruta,
o los pétalos traídos por el largo viento
a la espiral desesperada y desnuda.
Todo lo que existe me succiona,
me arrebata bruscamente del entorno:
su alevosa propulsión que abraza,
me abandona en el capullo de sus manos.
¿Cómo he de evitar esta fluencia?
¿Es que dónde moran brazos aleteando al escapar,
si no existe la energía suficiente
ni deseo retenerme a su canícula pulsar?
¡No me estreches aterido en este mundo!
Ni permitas que mi terco paso pierda su huracán,
porque ya no quiero estar entre su vulgo.
Sólo suéltame y despídeme que ya no volveré.
cual imán alimentando una viruta,
o los pétalos traídos por el largo viento
a la espiral desesperada y desnuda.
Todo lo que existe me succiona,
me arrebata bruscamente del entorno:
su alevosa propulsión que abraza,
me abandona en el capullo de sus manos.
¿Cómo he de evitar esta fluencia?
¿Es que dónde moran brazos aleteando al escapar,
si no existe la energía suficiente
ni deseo retenerme a su canícula pulsar?
¡No me estreches aterido en este mundo!
Ni permitas que mi terco paso pierda su huracán,
porque ya no quiero estar entre su vulgo.
Sólo suéltame y despídeme que ya no volveré.
1 comentario:
loco! mucho tiempo sin leerte, qué mal.
bueno acá volví. también hace tiempo q chateamos. q tal tu vida?
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