
Acaso esté dormida la frenética mejor,
su amígdala escondida, de arrugas y de col.
La hiel que no era suya y la vida fuele piel:
naufragio de lechugas y tomates y beber.
Febril amada espejo que no me abandonó:
sentida vida dentro de su fiel reloj.
Yo conozco el ámbito de horrible pan espeso,
circunvalando todo mal niñito, su calor.
Mi nuda que no siento le lava hasta el rubor,
vergüenza y aspaviento: no quiere vermesol.
Presume ser un lirio de falso arete azul
y llama desde adentro: ayúdame, por Dios!
Yo quiero serle fuego; volver a su jardín
felicitario eterno: mi cardo colibrí.
Pero estoy derrotado, antes de combatir,
porque en la saya sorda no va a sobrevivir.
Acaso esté dormida y yo busco su calor,
su grueso piel chaleco, su lágrima de flor.
Me tiendo entre su fiero y vacío parvular
y espero que me llame. La noche va a pasar.
su amígdala escondida, de arrugas y de col.
La hiel que no era suya y la vida fuele piel:
naufragio de lechugas y tomates y beber.
Febril amada espejo que no me abandonó:
sentida vida dentro de su fiel reloj.
Yo conozco el ámbito de horrible pan espeso,
circunvalando todo mal niñito, su calor.
Mi nuda que no siento le lava hasta el rubor,
vergüenza y aspaviento: no quiere vermesol.
Presume ser un lirio de falso arete azul
y llama desde adentro: ayúdame, por Dios!
Yo quiero serle fuego; volver a su jardín
felicitario eterno: mi cardo colibrí.
Pero estoy derrotado, antes de combatir,
porque en la saya sorda no va a sobrevivir.
Acaso esté dormida y yo busco su calor,
su grueso piel chaleco, su lágrima de flor.
Me tiendo entre su fiero y vacío parvular
y espero que me llame. La noche va a pasar.
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