24 de noviembre de 2022
MCXCVIII.- Celebral
Hay siempre algo de magia
en la mente diferente,
mas el contorno impaciente
de nuestro deber nos ciega
nos calla a veces,
y nos ata de manos,
nos enceguece.
En seguida miramos
distraídos al abismo
subyugante del ajeno
pensamiento y el color,
maravilla que perfuma
sus ojos, y al dilema
misterioso de quedarse allí.
Y vivir una alegría constante,
un eterno temporal sin memoria
y la gloria de resucitar.
Somos el mar,
que alarga su brazo hasta tocar
la arena tibia y se va,
pensando en volver y recuperar,
en tragarse al mundo
y alejarse solo,
alimentando a los peces
por un segundo.
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