25 de diciembre de 2005

XIV.- Agua Fiesta

¿Cuál es que pudo de pena dejar 
en otro tiempo a uno cualquiera vivir? 

Ensoñar aparecido diamantes, 
ancianos, inertes, doloridos, 
¿y arroparse una mañana de hojas secas 
como vestido? 

En amarillo de papel, jirones, 
cascarones que semejan gorriones 
arrepentidos, casi nada y de pronto 
¿dormidos amasijos para siempre? 

Oh! Amigo negro de maderos, 
así llenábanse y pulmón de halagos, 
que habitaba en silenciosa vaticinio. 
Cual respiraban, tranquilidades! 

Hoy te vi adornado en la muerte 
de tu ciencia cavernícola con hongos. 
Su paraíso conmemora funesto 
y a todo gesto, vivió lunares. 

Dime, viejo tuerto, de una vez, 
testarudo fanfarrón sin raíces, 
como quiénes habían dado su especie 
a tu género rapado de surcos? 

Y hasta cuáles conjetura luminosos 
un día nauseabundo murió? 

Yo, terco contigo y luchaba senil, 
limón envenenado y poroto, 
lo que adviene y conmemora radiante, 
a morir. 

Oye, tú, puerto verano jadeante, 
como esa aurícula afiebrada que aspecto 
sumergido entre siluetas y mudo, 
oye, tú! 

Yo tristeza, nunca más otra noche. 
Yo cualquiera amedrentaba y aquí. 
Yo nervioso y solapado y baboso, 
tan solo nos definitivo morí.

No hay comentarios.:

Nos gusta Cuculí Pop